Distinguidas personas que leen nuestra Revista Digital, transitamos por diciembre, último mes del año 2024 y estamos frente a las puertas de iniciar otro tiempo.
Recurrimos a la antigua mitología romana, visualizando a Jano, un dios representado como un ser con dos caras contrapuestas -ello evidencia la doble naturaleza de cada uno-, una cara que mira hacia el futuro y otra mirando hacia el pasado.
Dicha imagen, nos insta tanto a nivel personal, familiar u organizacional, a reflexionar en las fiestas de fin de año, en medio de los adornos que las identifican y los regalos adquiridos.
Tanto las personas como las organizaciones, tienen espacios de tiempo para examinar el pasado reciente: objetivos logrados versus objetivos no conseguidos; siempre la esperanza asoma como una dama gentil que nos acompaña y manifestamos ese deseo, mediante saludables abrazos.
Más allá del encuentro que significan los abrazos, la dimensión de acogida y protección resulta significativa, también los abrazos son expresión de bienvenida, incluso de protección.
Entonces el Año Nuevo es un ciclo de renovación, con la oportunidad de dejar atrás el pasado, aprendiendo de las experiencias y mirando hacia el futuro con optimismo, bien que lo necesitamos dado la era difícil que transita la Humanidad.
Como saludo final a nuestros lectores destacamos una experiencia de los trabajadores de nuestro sector, desarrollada desde mediados de los años 70 y vigente en la actualidad.
La Fiesta de Navidad, es la manifestación de un encuentro social fraterno entre los trabajadores y propietarios de las empresas del sector elevación, por ella han transitado a lo largo de su existencia numerosos niños, incluso algunos llegaron a trabajar en el gremio laboral de sus padres. Innumerables fotografías son testigo de ello y nos enaltece brindar a nuestros amables seguidores estas evidencias.
EL Director