1. GRACIAS señor Elisha Otis, por su invento revolucionario, el cual desde su presentación oficial el año 1854, ha seguido perfeccionándose y escribiendo páginas dispersas en el mundo de la industria del Transporte Vertical; se cumplen 170 años de la expresión de Otis diciendo: “Todo bien, señores”, mientras el paracaídas prevenía su descenso descontrolado. Ello ocurrió en una exhibición del Crystal Palace en la ciudad de Nueva York.
2. Es evidente que la invención del paracaídas para ascensores fue trascendental, desde ese momento se comienza a hablar del “ascensor seguro” y el proceso de crecimiento de las ciudades en altura nos legó otro concepto universal: “los rascacielos”, cuya máxima expresión en la actualidad es el Burj Khalifa, en Dubái;
Su altura son 828 metros y la construcción duró 6 años desde 2004; recordemos que Dubái son islas artificiales, construidas en una base de arena y rocas, que se enfrentan al desierto de Arabia.
La magnificencia de las construcciones en altura alrededor del mundo (rascacielos), está en contradicción con los millones de edificios de menor altura esparcidos por el globo terráqueo, que no cuentan ascensores y dada la tendencia a la longevidad de la especie humana, en esas edificaciones, se vulnera el derecho a la “accesibilidad universal”, otra noción de gran relevancia en la industria de la elevación.
A través de los años, para diseñar el paracaídas del ascensor, se han considerado diversos factores, los que son detallados a continuación:
- Prevención de un descenso descontrolado.
- Relación entre la velocidad y el diseño del paracaídas.
- Protección en el sentido de ascenso y descenso
Lo anterior, y tomando como partida el año 1854, por más de un siglo, el objetivo de la innovación permanente es el deseo de prevenir un descenso o ascenso descontrolado, con la intención de disipar los temores de los usuarios sobre el riesgo de abordar un ascensor.
3. La velocidad del ascensor determinará el tipo de paracaídas a instalar en el bastidor de la cabina, existiendo 2 tipos clásicos: instantáneos y progresivos. La industria de la elevación, basada en su normativa regulatoria, definió a finales de los años 70 el concepto de “efecto amortiguador” aplicado a los paracaídas de ascensores de pasajeros: El paracaídas deberá ser del tipo progresivo si la velocidad nominal del mismo excede al 1.0 m/s. Puede ser (a) del tipo instantáneo con efecto amortiguado si la velocidad nominal no excede el 1.0 m/s; (b) del tipo instantáneo si la velocidad nominal no excede el 0.63 m/s.
Continuará…