Transporte Vertical Una Revista Digital
QUERIDA FAMILIA SALAZAR:
Como Director de TRANSPORTE VERTICAL, Una Revista Digital; voy a expresar unas palabras en torno a mi hermano de profesión Héctor Salazar Villablanca (Q.E.P.D), conocí a Héctor a mediados de la década de los 70, cuando junto a un grupo de jóvenes trabajadores en la empresa Germán Harnecker y Compañía Limitada, participamos de la primera Fiesta de Navidad, realizada en el antiguo Gimnasio Nataniel, hoy desaparecido, allí Héctor colaboró con presencia musical de un grupo folclórico donde él tocaba el charango.
A posterior nos encontramos en diversas actividades, siendo ya parte del grupo Schindler, él en su calidad de Jefe de Sucursal de la V Región y yo como Prevencionista de Riesgos de la empresa; impulsamos de conjunto capacitaciones al personal del Congreso Nacional y a otros clientes en más de una oportunidad.
Cuando en Chile se realizó una reunión llamada Cumbre de las Américas del Grupo Schindler, Héctor cumplió un importante rol como anfitrión, en su desarrollo profesional llegó a ser Subgerente de Servicios en Regiones.
Al inicio de este discurso he mencionado el término hermano de profesión, y quiero explicarlo porque en este camposanto donde reposan los restos de seres humanos, TODOS están hermanados frente a lo finito de la vida y en particular, nosotros que formamos un ethos social más que centenario en el país, hemos de reconocer que tenemos una madre que es la INDUSTRIA DEL TRANSPORTE VERTICAL, que nos cobija, que nos da empleo y oportunidades de desarrollo personal y familiar; más allá de los diferentes nombres de empresas y tamaño de ellas estamos hermanados por el tipo de trabajo que realizamos y por enfrentar cotidianamente labores de ALTO RIESGO; nuestra actividad es una actividad hermosa y creativa, llegamos a un edificio en construcción y enfrentamos una escotilla vacía y dejamos instalado ascensores que ascenderán y descenderán a millones de seres humanos en todo el mundo y en los lugares más apartados, ellos viajan en esas cabinas transportando sueños y esperanzas y esos aparatos que se mueven de forma constante son atendidos por otros trabajadores en la emergencia, en la mantención y en la reparación para aumentar su vida útil, ¡cuánto esfuerzo humano hay detrás de nuestro oficio!, resulta a veces incalculable; y a esta altura de la vida existe otro fenómeno que nos hermana, en el mes de junio pasado en los rincones más apartados de nuestro país todo el sector ha celebrado el 22 de junio, Día de los Trabajadores de Ascensores.
Regreso de nuevo a mencionar a mi hermano de profesión Héctor Salazar Villablanca, reposa tranquilo, no somos quién para juzgarte, sé que ya te has encontrado con tu padre don Pascual Salazar que también está en este camposanto, no estarás en soledad, hay aquí hay habitantes de los apellidos históricos de familias que han engrandecido empresas del rubro: la familia Salazar, la familia Escanilla, la familia Palavecino, el Manuel Corrales, Leonardo Moraga, Álvaro Medina, y quizás otros que también trabajaron en ascensores y escaleras mecánicas, ve con ellos, reúnete a contar historias que no nos pudieron decir en vida y desde lo alto, cuida a tus seres queridos como nosotros cuidaremos a los nuestros aquí en la tierra.
¡Descanso Eterno para Héctor Salazar Villablanca, nuestro hermano de profesión!
Miguel Covarrubias Saavedra.
