Presentación
Hace bastante tiempo un querido amigo de infancia, habitante de la Población San Joaquín, perdió a su padre, un ex trabajador ferroviario, lo velaron en su departamento del quinto piso donde vivía y tuvimos que bajarlo por la caja escala para depositar el féretro en el vehículo funerario con destino al Cementerio Metropolitano, en esos momentos de alta sensibilidad familiar, ratifique en mi conciencia la convicción del país contradictorio en que vivo.
En este artículo analizaremos brevemente el tema de la edificación en altura, lo haremos para desmitificar la imagen internacional circulando en varios medios de comunicación, interesados en publicitar una sola cara de la moneda, adornada de modernas edificaciones en barrios residenciales, malls, hoteles, centros corporativo-financiero con masiva presencia de empresas multinacionales, expresión de una ciudad neoliberal (Santiago, capital de Chile).
La otra cara existe y también es necesario conocerla, asumo esa misión de difusión; la vivienda social – cuyos programas históricos siguen sin dar solución habitacional a los sectores populares, aumentados hoy por el proceso de migración -, también se materializa en edificios de 3, 4 y 5 pisos de altura, presentes en varias ciudades del territorio nacional.
La Dura Realidad
La realidad de los campamentos en nuestra nación nos indica que 80.000 familias viven en condiciones degradantes, sin agua y con poco acceso a servicios básicos, en predios cercanos a los 1.000 repartidos desde la nortina ciudad de Arica hasta la sureña ciudad de Temuco.
Esta cifra, aumentó constantemente durante los dos últimos años y se ha convertido en la más alta en 25 años, donde las familias sin vivienda digna, humanizada, en el más amplio sentido de la palabra, han construido sus historias colectivas contribuyendo también al desarrollo nacional.
La pregunta de rigor es ¿porque nuestros conciudadanos viven en campamentos?
Son múltiples las causas base que empujan a las familias a vivir en campamentos: desempleo en pandemia del Covid-19; el fenómeno de las nuevas generaciones viviendo en casa de sus padres o abuelos; el hacinamiento de familias desposeídas o inmigrantes; imposibilidad de una parte de la población para acceder a una vivienda digna y la incapacidad de las políticas gubernamentales de garantizar acceso a la vivienda.
Hemos de considerar que los antecedentes descritos se dan en el marco de un país con sistema económico neoliberal, donde vivienda, salud y educación no están considerados como derechos, sino como bienes, y en consecuencia se entrega al mercado el acceso a ellos.
Una tendencia preocupante
Desarrolladores inmobiliarios están construyendo edificios, con departamentos de dimensiones mínimas, basados en una tendencia mundial replicada acá, ello está aportando elevados ingresos a sus inversionistas, quiénes operan, en la mayoría de los casos, arrendando estas propiedades.
Adjuntamos datos de esta tendencia global:
- Reino Unido, promedio 46 metros cuadrados (pm2)
- Nueva York 37 (pm2)
- Londres 11 (pm2)
- Tokio 8 (pm2)
- Santiago de Chile 17 (pm2)
Miguel, esa es una realidad de muchos años atrás, que quizás nadie pensó en en el futuro.. Donde primero, esos edificios de los cuales hablas de 4, 5 pisos, donde hoy la gran mayoría de los niños con incapacidades, adultos mayores, que viven en este tipo de departamentos sociales, muchas veces son dependientes o con enfermedades invalidantes que a diario deben ser asistidos, para ayudarlos a bajar o derechamente, cargarlos por la falta de ascensores, en este segmento de edificios, para la clase obrera, en su oportunidad.
Hoy por hoy, las grandes construcciones, ya no se les llama viviendas o departamentos sociales, pero basta ver edificios de 20, 21 y más pisos. Verdaderos , poblaciones verticales, donde abundan la cantidad departamentos pequeños, por pisos y donde la gente vive hacinada, sobre todo mucho inmigrantes y compatriotas.
Lamentable realidad, que trae más pobreza y de ser como dicen los pensantes de este país, ser jaguares de latino América , somos cómplices de una macabra realidad
Luis, agradecemos los aportes de tu comentario, no te pierdas leer la segunda parte del artículo que ha sido de tu interés.