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Presentación
A pocos meses de cumplirse 109 años del hundimiento del trasatlántico RMS Titanic (15 de abril de 1912), escribo este artículo motivado por la idea fundamental de nuestra revista digital: difundir la industria del Transporte Vertical desde Chile al mundo. De acuerdo a nuestra visión, los ascensores son el vehículo principal de este medio de transporte y acompañan silenciosamente la actividad humana en sus victorias y derrotas, en sus aciertos o errores.
RMS que significa “Buque del Correo Real”, también conocido como Royal Mail Ship es un acrónimo naval utilizado en los trasatlánticos que trasladaban el correo de la Royal Mail británica.
La naviera White Star Line en 1907, encargó a los astilleros Harland & Wolff de Belfast, Irlanda, la construcción de 3 trasatlánticos de la clase Olympic: el Olympic, hermano gemelo del Titanic y el Gigantic (este último, después de la tragedia del Titanic fue rebautizado como Britannic); la decisión de la empresa naviera estaba motivada por la competencia, para enfrentar la innegable supremacía en los viajes trasatlánticos que ostentada en esos años la Cunard Line.
Concibieron la construcción de estos trasatlánticos acentuando lujos increíbles para la época: pastelería, baño turco, barbería, un gimnasio, ascensores eléctricos, salones de lectura, salones para fumadores, comedores, cafés, zona para pasear a los perros; lo anterior reservado para los pasajeros de primera clase que implica una concepción clasista del RMS Titanic, retratando gran parte de su efímera historia vigente hasta nuestros días – alimentando mitos y su leyenda trágica -, en virtud de numerosos textos, investigaciones, documentales, películas y exploraciones al lecho marino donde descansan sus restos derrotados por la naturaleza.
Ubicación de los Ascensores
De conformidad a los datos obtenidos, los 3 ascensores estaban ubicados detrás de la Gran Escalera de la primera clase del RMS Titanic y atendían a los usuarios de esta clase desde la cubierta E en la parte más baja, hasta la cubierta A en su nivel más alto. Este coloso marítimo tenía 9 cubiertas las cuales estaban compartimentadas para las personas que viajaban.
Esta nave representaba un micro-cosmos de la estructura de clases, siendo a la vez un trasatlántico y una embarcación de inmigrantes. Hemos de recordar que entre los pasajeros de tercera clase y también de segunda, había personas acompañadas de sus familias que se trasladaban a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
La estructura (escotilla o caja de los elevadores) que contenía en su interior a los 3 ascensores, estaba construida principalmente de madera noble como el roble.
Las personas de tercera clase fueron segregadas, iban a ser revisadas por los funcionarios de inmigración cuando arribaran a Estados Unidos, tenían acceso limitado a otras partes del barco, pero según testimonios, estaban asombradas al comprobar el tamaño de los camarotes, que contaban con calefacción y luz eléctrica, y también el espacio destinado a sus comedores.
Es innegable el aporte original del RMS Titanic, en cuanto a su alhajamiento considerado como un lujo en aquéllos tiempos. En la actualidad – en la industria de los cruceros -, dicha tendencia constituye un sello distintivo de elegancia y confort, atrayendo a pasajeros en todo el mundo, quienes acceden a ellos para disfrutar vacaciones soñadas, viajes de placer y turismo.
Un antecedente actualizado nos indica que la multinacional de elevadores KONE, materializó un contrato para equipar un buque de la empresa MSC Cruceros S.A., compañía ítalo-suiza de cruceros: el Mediterranean Shipping Company Meraviglia que cuenta con 39 ascensores y 4 escaleras mecánicas, se incluyeron además 2 plataformas para personas con movilidad reducida, un montacargas y dos ascensores panorámicos. Este buque insignia de MSC tiene un sistema de monitoreo de los equipos, proporcionado por KONE, con el objetivo de maximizar la eficiencia ecológica del Transporte Vertical proporcionado.
Con lo expuesto, concluimos que la relación comercial entre estos dos tipos de industria, es una relación de larga data mantenida en el tiempo.
Antecedentes de la catástrofe del RMS Titanic
Durante la noche del 14 al 15 de abril de 1912 en su cuarto día de navegación y con más de 1.400 millas recorridas, el entonces barco más grande del mundo, se hundió en aguas del Atlántico Norte.
Había zarpado desde Southampton, en el Reino Unido y su arribo a Nueva York en Estados Unidos se vio truncado por el enfrentamiento a la naturaleza; si bien es cierto la maniobra de evitar la colisión directa con el iceberg fue exitosa este igual lo daño por uno de sus costados, con ello se desencadeno la catástrofe.
El viaje inaugural termino trágicamente al cuarto día, miles de personas fallecieron en el naufragio debido a golpes diversos, caídas, ahogamiento o hipotermia. La probabilidad de salvación fue más alta para los pasajeros de primera clase y existen antecedentes – aún contradictorios – que de los 113 niños del RMS Titanic sólo 60 de ellos sobrevivieron, infantes que se contabilizan en los más de 700 supervivientes; como hemos mencionado anteriormente,la estructura de clase de los pasajeros indica que en porcentaje la primera clase tuvo un 38%
de víctimas fatales, la segunda clase un 58% y la tercera clase un 74%.
Con todo, hermanados en la muerte, única certeza de la especie humana en su condición finita, tanto millonarios como pobres o profesionales y artesanos, – independiente de su condición social de origen -, dejaron la vida en medio de un naufragio y su partida conmociono al mundo entero; él téngase presente de las diferentes comisiones investigadoras abrió un nuevo ciclo en la promoción y estudio de la seguridad marítima, en sus reglamentos y protocolos y, sobre todo en el desarrollo de la teoría de la multicausalidad, método que ayuda a explicarse los incidentes y accidentes, proporcionando de paso un marco de acciones preventivas.
Otro iceberg (el Covid-19) desata nueva catástrofe
Esta vez, otro iceberg se desplaza desatando catástrofes en el mundo, afectando a todo tipo de industrias, pero el tema que nos convoca es visualizar como este particular “iceberg” impacta la industria de los cruceros y de paso a las instalaciones de Transporte Vertical que son parte de ella.
Los cruceros en alta mar representan un perfecto escenario para la propagación e infección del coronavirus, ello debido a la aglomeración de personas en espacios limitados, la interacción cotidiana en salones, bares y comedores, compartiendo camarotes y cruzándose en corredores estrechos, o sea, todo lo contrario al distanciamiento social, una de las condiciones básicas para combatir la pandemia El Covid-19 está golpeando mortalmente este tipo de industria y es por ello que se envían buques en desuso a astilleros donde los desguazan. Paralelo a ello, miles de trabajadores de diferentes nacionalidades han quedado atrapados en cruceros olvidados, ya sea en puertos o en medio del océano, siendo un tema de actualidad con poca connotación pública.
Les recomendamos ver el siguiente video, de la BBC
¡Yo tengo planeado visitar donde se hundió el Titanic! Fue frente a Terra Nova, Canadá, unas de las islas de la costa este. Gracias por el artículo. Es interesante pensar lo transversal del transporte vertical. En el artículo anterior, veíamos como representa muchas veces una necesidad básica para las personas con movilidad reducida y ahora vemos como está presente, de manera prácticamente opuesta, en la opulencia y el lujo.
Felicitaciones estimado Víctor por tu próximo viaje, suena verdaderamente fascinante, y te agradecemos que lo compartas con nosotros. Efectivamente, los dispositivos de Transporte Vertical se encuentran tan difundidos que ni siquiera somos conscientes de ello, y bien los podemos encontrar en los lugares más increíbles. El mundo está en permanente cambio e innovación, y nuestra industria va muy con los tiempos que corren. Por otra parte, y en atención a la fecha, queremos aprovechar que hoy es Navidad para enviarte un gran saludo a tí y tu familia, y nuestra gratitud por tu permanente apoyo a nuestro trabajo. Saludos
Buenísimo el articulo. Un cordial saludo.
Los ascensores en su historia nos seguirán sorprendiendo, gracias Laura.