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Para entender el sentido de la primera imagen – en blanco y negro -, que ilustra el presente artículo, hemos de retroceder en el tiempo y ubicarnos en la Primera Guerra Mundial,1 entendiendo que los hombres estaban en el frente de batalla, las mujeres acudieron en masa a las fábricas para desempeñar labores tradicionalmente masculinas, demostrando que podían cumplir el mismo rol si tenían oportunidades de ser incluidas.
La inserción social de las mujeres ha tenido, tiene y tendrá muchos hitos, ellos no están libres de enormes sacrificios que la historia nos seguirá recordando.
Las mujeres en la Construcción
De acuerdo a conceptos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL y, la Organización Internacional del Trabajo, OIT, la mayor participación laboral de las mujeres tiene el potencial de mejorar la economía de los países. El acceso de las mujeres a estaciones de trabajo y la reducción de las brechas de género en el mercado laboral son claves para el crecimiento, la igualdad y la disminución de la pobreza.2
Se denomina STEM (por sus siglas en inglés) a las áreas de las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, donde se requiere una mayor participación de las mujeres, para que los países sigan siendo competitivos y logren alcanzar un desarrollo sostenido, pero las carreras STEM, asociadas a la construcción, informática, minería, telecomunicaciones y electricidad, siguen siendo histórica y culturalmente dominadas por hombres.
Remitiéndonos a nuestro sector – la construcción -, se estima que, en EE.UU., la participación femenina bordea el 10% de mujeres trabajando, pero en Chile es más baja con tan solo un 6%.
El Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, de nuestro país, en un estudio del año 2022, da cuenta que en nuestra nación se observa una gran brecha, si bien un 54% de la matrícula en instituciones de educación superior corresponde a mujeres, al considerar las carreras de STEM, esta cifra disminuye a un 22%.3
Por otra parte, del total de mujeres tituladas, solo un 7% lo hizo de carreras STEM, siendo la cifra más baja de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el año 2019.
Lo que nos dice una voz autorizada. 4
Identificamos a la construcción, con la imagen de un albañil en el andamio o de un grupo de enfierradores en lo más alto de un edificio, pero, esa primacía de las imágenes en las obras – ahora con presencia de mujeres -, está cambiando lentamente, por la integración de las mujeres al mercado de trabajo; en América Latina y el Caribe sobre 23 millones de mujeres, se han incorporado.
En los últimos 30 años en Chile, diversos factores explican el incremento de las mujeres al mercado laboral, uno de ellos, la necesidad de aportar ingresos a la familia, también sumemos el aumento de hogares con jefatura femenina.
El área de los servicios se sigue visualizando como una de las más feminizadas, donde las mujeres ocupan casi el 70% de los lugares de trabajo en el sector.
Sin embargo, diversos oficios ligados a operaciones de instalaciones y manejo de maquinarias, siguen siendo espacios mayoritariamente masculinos.
La Cámara Chilena de la Construcción (C.Ch.C.), como gremio, está abordando el enfoque de género y trabaja para equilibrar la balanza en un sector tildado “sólo para hombres”, abriendo oportunidades laborales en puestos de trabajo que hoy son desempeñados por mujeres con gran éxito.
La presencia y el aporte femenino a las obras de construcción es ya una realidad, recogiéndose interesantes frutos, cuando se conmemora una vez más “El Día Internacional de la Mujer”.
Fuentes referenciales
- 1) https://people.acciona.com/es/inclusion-y-diversidad/mujer-en-la-construccion-brecha/
- 2 -3) https://lac.unwomen.org/es/stories/noticia/2023/08/insercion-laboral-de-mujeres-en-areas-masculinizadas-en-chile
- 4) https://cchc.cl/comunicaciones/opiniones/la-mujer-en-la-construccion