Presentación
El prestigioso Diario The New York Times, publica un inserto en varios diarios del mundo; en Chile es el diario de circulación nacional La Segunda, quién edita semanalmente esta colaboración. El pasado sábado 11 de julio 2020 se ha publicado un artículo titulado “Cambian las reglas de los ascensores” en la página 6.
Nuestro medio, TRANSPORTE VERTICAL Una Revista Digital ha tomado conocimiento de ello y se ha decidido publicar el mencionado artículo en extenso por las siguientes razones:
- El artículo esta en plena sintonía con nuestra línea editorial.
- La temática expuesta en el artículo también ha sido difundida por nuestro medio.
- Nuestra misión es Difundir la Industria del Transporte Vertical desde Chile conectado con
el mundo.
Reciban nuestros seguidores y lectores este interesante artículo de un prestigioso medio internacional.
Cambian las Reglas de los Ascensores
Por: Matt Richtel
El cambio está llegando al tiempo que los empleados comienzan a regresar a los altos edificios de oficinas. El viaje en ascensor, unos 90 segundo antes comunes y corrientes, se ha convertido en un enigma en el cálculo de cómo hacer que la gente vuelva al trabajo sin riesgos en la pandemia del coronavirus.
Los patrones y gerentes de edificios están redactando reglas para el uso de elevadores: límites al número de pasajeros, ubicaciones designadas para maximizar la sana distancia, cubrebocas obligatorios, posicionamiento con vista hacia adelante y cero conversación.
Algunos están contratando “consultores de ascensores” para determinar la mejor manera de llevar a
miles de personas a sus escritorios.
El Covid-19 es más transmisible cuando las personas están en lugares estrechos, donde gotículas invisibles pueden viajar de una persona a otra. ¨La buena noticia es: si no te gusta la charla en el elevador, esa es ya cosa del pasado”, dijo Jonathan Woloshin, director de bienes raíces en Estados Unidos de la oficina de inversiones UBS Global Wealth Management.
Richard Corsi, rector de ingeniería en la Universidad Estatal de Portland, en Oregon, ha calculado la cantidad de virus que permanecería en un elevador si una persona infectada subiera 10 pisos, tosería una vez y hablara por teléfono. Aproximadamente el 25 por ciento de la descarga de la persona permanecería ahí cuando el ascensor vacío regresara al primer piso.
Corsi no pudo determinar la probabilidad de transmisión. Pero dijo que la excreción de una persona infectada que no llevara protección facial haría que un elevador fuera mucho más riesgoso que, por ejemplo, estar de pie en un espacio mucho menos confinado, incluso en interiores. Habría “de 100 a 1000 veces más partículas por litro de aire”, estimo.
¿Su consejo? Pararse lo más lejos que pueda diagonalmente en elevador “y no hables” dijo. “Eso necesita ser parte de la nueva etiqueta”, agregó. “Deberían poner grandes letreros en el elevador: No hablar”. Incluso en muchos ascensores grandes, los pasajeros no pueden estar a 2 metros de distancia entre sí. Se acerca más a un metro, dijo Douglas Linde presidente de Boston Properties, propietario de edificios tan emblemáticos como la Torre Prudential en Boston, el edificio General Motors en Nueva York y la Torre Salesforce en San Francisco. “Pero, reitero traes cubrebocas y no hablas con otros”. Dijo que su empresa había contratado a expertos en calidad ambiental en interiores y en tráfico en elevadores, quiénes calcularon que cuatro podría ser un límite confiable a la capacidad de un elevador. Muchas empresas hoy evalúan si necesitan oficinas costosas en el centro de la ciudad si sus empleados pueden trabajar desde casa, así que los propietarios están trabajando para que sus edificios se sientan lo más seguros y acogedores posible.
Otras ideas incluyen una mejor ventilación de aire, el uso de luz ultravioleta para matar gérmenes y superficies anti-microbianas dijo Lee Gray, historiador de elevadores de la Universidad Carolina del Norte, en Charlotte.
“No puedo pensar en nada comparable a esto”, dijo. “Esta es la habitación más pequeña del mundo y no quiero estar ahí adentro con alguien más”.
NewYorkTimes
13 de julio 2020