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Desarrollo inmobiliario, efectos y defectos
Nuestra ciudad de Santiago experimenta un desarrollo urbano que está significando que muchos territorios barriales vayan cambiando en forma radical; en muchos sectores se reemplazan plazas, colegios, espacios deportivos y áreas verdes, por inmensas moles de cemento que generan “cierta calidad de vida” para algunos y verdadero deterioro para otros ciudadanos, este desarrollo urbano no controlado ni planificado, implica la aparición de guetos verticales en varias comunas de la Región Metropolitana.
Comuna de Estación Central
A fines de la década de los sesenta, comenzaron a construirse las primeras villas en el sector norponiente de la popular y extensa comuna de Barrancas, la que fue dividida a contar del año 1985, en tres comunas: Lo Prado, Pudahuel y Cerro Navia; este proceso del año 1985 significó también que la comuna de Estación Central se había desprendido de la comuna de Santiago, capital de Chile.
Los habitantes y sus familias de las villas mencionadas provenían de diversos sectores laborales: trabajadores de imprenta Kegan, empleados públicos y también familias provenientes de distintas ramas de las fuerzas armadas, se generaba así una diversidad de prácticas sociales y pensamientos heterogéneos muy interesante para la convivencia colectiva. La Villa Cardenal Frings, había sido uno de los primeros asentamientos y desde ella sus habitantes tenían una vista privilegiada hacia la Cordillera de los Andes, cuestión que cambiaría con el paso del tiempo.
La empresa Multinacional John Deere, especialista en maquinaria para la construcción y la gran minería tenía dependencias ubicadas entre Avenida Las Rejas Norte hasta Avenida Ecuador; después de emigrar del sector surgieron muchas especulaciones de supuestos proyectos a desarrollar en aquellos terrenos, pensaban los vecinos en un nuevo terminal de buses interurbanos, centros comerciales o supermercados, no imaginaron el surgimiento de altísimos edificios, con proliferación de departamentos y mínimo Transporte Vertical en su interior, pero un excelente negocio para empresas inmobiliarias que basaron su gestión en los vacíos legales de un plan regulador de la comuna de Estación Central.
Los guetos verticales de Estación Central
Ha cambiado la vida de los vecinos colindantes con los guetos verticales emplazados en la Avenida Las Rejas Norte: más que edificios, verdaderos parlantes, pues la contaminación acústica proviene de la música que escuchan familias de inmigrantes caribeños; deterioro en el tratamiento de la basura, siendo frecuente encontrar en los ante-jardines de sus casas todo tipo de desechos; colapso en las calles aledañas pues la falta de estacionamientos implica que algunos se apropien de determinados sectores para estacionar.
Al interior de los edificios se forman largas filas para acceder a los elevadores tanto en la mañana como al regreso de las jornadas laborales.
Si bien es cierto por un momento (en virtud de la movilización de los vecinos) se logró detener las construcciones, finalmente por resquicios legales las inmobiliarias terminaron las obras. El 28 de abril del 2018 comenzó a regir el nuevo plan regulador en la comuna de Estación Central, especificando que en el eje Alameda la altura de las edificaciones será hasta los 12 pisos y aquellas situadas en calles interiores no podrán superar los 5 pisos.
Estas disposiciones llegan muy tarde para los vecinos de la villa Cardenal Frings, muchos de ellos transitando ya por la tercera edad y que no podrán ver desde sus casas la siempre eterna Cordillera de los Andes.
Fuente Referencial: Testimonio de Jorge Muñoz Sandoval, habitante de la villa Cardenal Frings (Comuna de Lo Prado).